leyenda ecuatoriana
Era el mes de octubre del año 1998, se escuchaban cosas raras que le sucedían a la gente del pueblo, por ahí se escuchaba que a un hombre apodado el aguado, borracho viajaba en su bicicleta hacia Chanduy, él decía que no entiende porque iba entrando a Chanduy y como pedaleo tanto hasta ese lugar. A otro amigo lo encontraron caminando hacia el cementerio local y no entendía porque cosas raras pasaban hasta que llego el chisme de los alegres.
Se cuenta que los alegres era una orquesta musical de la parroquia José Luis Tamayo, para ese entonces eran muy conocidos y casi siempre los contrataban para fiestas de allí. Según cuenta la leyenda relata que una noche los contrataron para una quinceañera, el hombre que los contrato era muy elegante andaba con ropa de gala y con un sombrero demasiado grande que no se le lograba ver la cara, dicen que les pago la mitad y dijo que la otra parte del pago se la daba a lo que termine la fiesta. Cuentan que ellos fueron a aquella fiesta y que cantaron como 20 piezas, hasta que en el momento menos esperado se fue la luz, los que conformaban el grupo estaban un poco asustados ya que en un momento dejaron de escuchar el ruido de la gente, de repente regresa la luz pero ya no se encontraban en la quinceañera, se encontraban en el cerro de Chanduy junto a un montón de personas que estaban bailando en aquel lugar, dicen que a lo que se acercaron un poco más a la gente que estaba bailando se dieron cuenta que aquellas personas no era gente viva, era gente que hace mucho tiempo había muerto. Al ver aquella escena se asustaron mucho, pero lo peor fue cuando vieron que en medio de la gente que estaba bailando estaba un hombre que tenia cuernos y uno cola larga, cuentan que los integrantes al darse cuenta de que estaban tocando para el mismo diablo se desmayaron del terror.
Luego de un rato los hombres despertaron en su casa y dicen que al lado de ellos encontraron uno de los estuches de las guitarras lleno de dinero, la otra mitad de la paga del contrato.
Cuentan que al siguiente día cuando se querían deshacer del dinero maldito lo único que hallaron fue el estuche lleno de estiércol de caballo. Según los artistas comentan que esa historia son puros rumores de la gente, pero hubo testigos del hecho que hicieron famosa esta leyenda.
